Legitimidad democrática del Poder Judicial, I

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"Legitimidad democrática del Poder Judicial (I)"

Mirta Duarte & Radhar Coronado

Mirta Duarte; Juez de primera instancia del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes del Distrito Judicial Duarte.

Radhar Coronado; Juez de la Cámara Civil de la Corte de Apelación de San Francisco de Macorís.

RESUMEN:

El Poder Judicial ejerce la potestad o función jurisdiccional, administrando justicia a fin de asegurar el amparo, protección y tutela de los derechos que se hallan establecidos en las normas. A este corresponde aquella parte de la soberanía que la Constitución y las leyes ella le han delegado. Las autoras se preguntan si el Poder Judicial tiene legitimidad democrática para ejercer este poder frente a los ciudadanos y respecto a los demás poderes del Estado, aun cuando los poderes que controla constituyen una expresión directa de la voluntad del pueblo.

PALABRAS CLAVES:

Poderes clásicos, teoría de la separación de poderes, legitimidad democrática, Poder Judicial, función jurisdiccional, resoluciones judiciales, tipos de legitimidad

En los Estados constitucionales democráticos de derecho es característico, además de contar con una Constitución normativa, la existencia de sistemas de pesos y contrapesos como mecanismos de hacer efectivo el control del poder; es condición regular la asunción de la teoría clásica de la separación o división de poderes, así como el establecimiento de órganos extras a estos poderes clásicos, que ejercen una determinada cuota del poder.

En estos Estados, dentro de los que se enmarca el dominicano, la legitimidad democrática constituye una cuestión tan relevante como la existencia de los poderes mismos y de los órganos periféricos que ejercen el poder, pues dicha legitimidad constituye una condición imprescindible para lucir tal vestimenta y para gozar de tal fuerza o poderío.

Un Estado sin pueblo no es objetivamente un Estado, pues la razón de ser de la existencia de este no es otra que servir de cauce al desarrollo progresivo del pueblo, es decir que el Estado se debe al pueblo, pues el pueblo es el Estado. He aquí que los sistemas democráticos expresan la voluntad de los pueblos y es el pueblo quien ofrece la legitimidad.

En el presente artículo analizaremos los poderes clásicos y la teoría de su separación, la legitimidad democrática de los poderes del Estado y la función jurisdiccional, a fin de determinar la legitimidad democrática del Poder Judicial.

1. PODERES CLÁSICOS Y TEORÍA DE LA SEPARACIÓN DE PODERES

   La historia humana se rige por la persecución del poder. Sobran los ejemplos de grandes luchas nacionales e internacionales en busca de la obtenerlo. La noción de poder no es, sin embargo, unívoca. Así, por ejemplo, mientras que para Hobbes el poder "consiste en los medios presentes para tener un bien futuro aparente"; para Weber "es la probabilidad de imponer la propia voluntad dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad"; y para Bertrand Russell es "la producción de los efectos proyectados sobre otros hombres".

   Fuera de estas acepciones amplias o generales de poder, en el contexto estatal y desde un punto de vista jurídico-político, podríamos decir que el poder se manifiesta con relación a la acción en el interés de un grupo o de diversos grupos entre sí, siempre que dichas acciones tengan un impacto en las relaciones generales de la colectividad en la que tales grupos se encuentren inmersos, determinándose la forma de acceder al poder y de su control.

   Cada Estado y cada ordenamiento jurídico cuenta con su mecanismo de instauración y regulación del poder, en el caso dominicano el artículo 2 de la Constitución señala que:

   La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, de quien emanan todos los poderes, los cuales ejerce por medio de sus representantes o en forma directa, en los términos que establecen esta Constitución y las leyes.

   Es, pues, misión de la Constitución realizar esta labor.

   La teoría de la...