LA SOBERANIA USURPADA, DE REFORMAS CONSTITUCIONALES, SOBERANOS IGNORADOS

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"LA SOBERANÍA USURPADA: DE REFORMAS CONSTITUCIONALES Y SOBERANOS IGNORADOS"

Nassef Perdomo Cordero

Después de décadas de una falsa democracia, que ignoró siempre a los sectores más pobres del continente, América Latina vive un momento de redefinición de su sistema político. Se ha producido un innegable giro a la izquierda.

Por un lado, en países como Chile, Brasil, Argentina y Uruguay, los partidos de izquierda han alcanzado o mantenido el poder. Al mismo tiempo, la llamada "izquierda populista" (a veces mal comprendida y peor considerada por los sectores con visión tradicionalista de la democracia) ha ganado elecciones en países como Venezuela y Bolivia y ha quedado en un segundo lugar muy cercano en México y Perú. Esta última ha presentado como proyecto la refundación de las repúblicas latinoamericanas utilizando la participación popular en las reformas constitucionales para alterar significativamente los principios fundamentales establecidos en sus Constituciones.

Pero existe una diferencia importante entre el contexto político dominicano y el de la mayoría del resto de los países de América Latina. Yes que, aunque muy debilitado, el sistema político dominicano no parece estar en peligro inmediato de entrar en una crisis que propicie un momento constituyente. No existe, además, una conciencia de identidad propia como la que puede crear la existencia de una comunidad indígena (caso Bolivia) y que la lleva a reclamar necesidades particulares no atendidas por el sistema constitucional. En ese sentido, y a pesar de las diferencias y discriminaciones raciales y económicas, la sociedad dominicana es bastante homogénea.

¿Por qué debemos entonces prestarle atención al caso dominicano? Porque el sistema político-constitucional ya empieza a dar señales de agotamiento y no hay que esperar a que entre en crisis para analizar las razones por las que esto ocurre. Pero también porque, a falta de tensiones entre distintas identidades, es más fácil determinar cuáles son las fallas del sistema constitucional mismo y sacar las conclusiones de lugar.

El problema: la soberanía interna Sin restar importancia a las demás causas de la creciente deslegitimación del sistema político dominicano, concentraremos el análisis en el sistema constitucional y, dentro de este, a lo que consideramos su falla de origen: el secuestro de la soberanía popular.

En la mayoría de los casos, hablar sobre la necesidad de que la Constitución provenga de la voluntad popular sería llover sobre mojado. Lamentablemente -y de ello es muestra la República Dominicana- muchas veces estas verdades han sido vaciadas de contenido. Por ello es importante y necesario estudiar caso por caso por qué y en qué forma se puede reivindicar la soberanía popular. En una democracia tan precaria como la dominicana vale la pena estudiar cuestiones que en muchos otros sistemas se dan por sentado. Lo que pretendo hacer en estas cortas líneas es explicar, a grandes rasgos, cómo la lógica misma del sistema constitucional dominicano nos obliga a llegar a la siguiente conclusión: o se abre la reforma constitucional a la participación popular directa, o se renuncia a la soberanía popular (y por esta vía al principio democrático) como elemento legitimador de la Constitución.

Cuando se trata un tema de este tipo se tiende a utilizar conceptos poco claros o muy discutidos. Por ejemplo, se nos plantea la pregunta de qué es el pueblo. ¿Nos referimos al fenómeno sociológico, al político o al jurídico? O igual, el Constituyente. ¿Puede existir en la realidad un poder personal o colegiado que sea capaz de establecer por voluntad propia un sistema político? ¿No será que reacciona ante un contexto? Otro concepto discutido y amorfo es el de soberanía. ¿Es posible un poder completamente autónomo, libre de imponer su voluntad, capaz de crear un Estado? Estoy consciente de que esto es, en el mejor de los casos, muy discutible. Estos conceptos serán utilizados como instrumentos de análisis.

Al ser tipos ideales no es necesaria su existencia concreta para que...

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