La parabola del Olimpo

Páginas75838084

"La parábola del Olimpo"

José Luis Taveras

Editorial.

El monte Olimpo, que significa "el luminoso”, es el más alto de Grecia y el segundo de los Balcanes con 2,917 metros de altitud. Para la mitología griega, este era el hogar del panteón de 14 dioses presididos por Zeus.

Una renovada fascinación mitológica se esparce como incienso en los espíritus dominicanos más iluminados. Los profetas de “la institucionalidad y justicia” anuncian, con voz estentórea, la exaltación del panteón constitucional dominicano, con la llegada de Zeus y su esposa, la diosa Hera, de las remotas tierras del río Indo. Trece dioses escogidos por Zeus serán ungidos con su portentosa gracia para habitar en las alturas, más allá de la suprema justicia y del claro cielo insular.

La impaciencia consume la vida de los mortales que serán elevados a la imperecedera condición de dioses. Solo serán consultados tres viejos sabios para susurrar a Zeus los nombres de los llamados. Para ello, el dios irrumpirá súbitamente a sus hogares. El primero, que habita en la plácida villa de Gazcue, casi frente al mar, empuña en sus manos nueve nombres del color de la vid; a cambio, Zeus le regala la estrella de David; el segundo, que habita en la torre verde del dios Mercurio, altar de poderosos, tiene en sus manos dos; y el tercero, que llegó remotamente de los viejos altares de Roma, pero que hoy trashuma sigilosamente según el viento de las sutiles conveniencias, endosa la lista del segundo y propone dos más. Los nombres son recogidos por Zeus y llevados ante la diosa Temis, quien asiente los del tercero, como siempre, y objeta los del segundo; cuando ve los nombres del primero, enmudece de pavor para no provocar la ira de Zeus.

Una ceremonia...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR