¿Traidores?

Páginas85296340

¿Traidores?

El idioma español está en crisis en la República Dominicana. Para comprobarlo no hay que ser ni filólogo ni sociólogo; basta con pasear por las calles de cualquier ciudad y leer los letreros de los negocios, u oír una conversación entre jóvenes profesionales en una oficina, hojear las páginas de cualquier periódico –especialmente las deportivas o simplemente ir a comer a un restaurante de clase alta en Santo Domingo.

En la calle, ya a nadie le causa sorpresa ver rótulos con genitivos foráneos como Fulano’s, o incorrectos aun en el idioma de donde provienen como Fulano Motor’s; en las oficinas, pululan los “espero por tí”, “eso hace sentido”, “déjame saber”, “te doy un forward”, “el issue es” y “te llamo para atrás”; en las páginas deportivas nos enteramos de que Mengano “hizo el equipo”; y en el restaurante nos tropezamos con una carta escrita en una jerigonza desconcertante, donde entre otras barbaridades, el pescado que en mi juventud se llamaba “atún” se ha trasmutado en todas partes en “tuna”, vocablo que puede significar muchas cosas en español, desde un grupo musical estudiantil la tuna de la PUCMM, por ejemplo– hasta el arbusto con espinas que se da en el Noroeste del país1, pero jamás un plato para comer.

Lo más penoso de esta situación es que a nadie parece importarle, ni aun a aquellas personas e instituciones que presuntamente deben ocuparse de ella: las escuelas, los profesionales y la Academia. Sé que existe una Academia Dominicana de la Lengua desde el 1927 –justamente debiera celebrar sus octogésimo aniversario este año– porque así figura en la lista que aparece en las primeras páginas del Diccionario de la Real Academia, no porque su labor se

haya hecho sentir localmente. Supongo que como sucede con otras instituciones culturales que dependen del gobierno para su sustento, no tiene fondos con que hacerlo, de manera que cabría más condolerse de su penuria que reprocharle su inactividad. Por igual con las escuelas: entre desorganización, carencia de fondos y falta de capacidad de los maestros, no hay mucho que esperar, salvo más promesas y reiteradas decepciones.

Quienes no tienen excusa son los profesionales. Comoprofesionales, englobo a todas aquellas personas que por haber cursado estudios universitarios y ocupar puestos de relieve en la sociedad, se presumen conocedoras del idioma, tales como los intelectuales, políticos, administradores, banqueros, médicos, ingenieros, abogados, y de manera especial, los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR