Neotrujillismo

Páginas70557642

"Neotrujillismo"

Juan F. Puello Herrera

Abogado, coordinador de la Maestría en Derecho de los Negocios Corporativos en la PUCMM-RSTA, autor de varias obras.

La Ley No. 5880 del 27 de abril de 1962 emitida por el Consejo de Estado prohíbe exaltar o alabar al tirano Rafael L. Trujillo Molina. El problema mayor no está en si cumple o ha cumplido esta ley, recordemos que los merengues de Trujillo sonaron y aún siguen escuchándose en fiestas privadas y públicas después de su muerte. Lo que mueve a preocupación es que todavía la estructura trujillista tiene incidencia en los destinos de la nación dominicana. Peor aun, la herencia del tirano aparece donde menos se espera.

Expresa José Luis Saez, S. J., en La Sumisión bien pagada , que "la personalidad misma del tirano y su enigmático régimen han ocupado muchas páginas impresas hasta convertir a Rafael Leónidas Trujillo en uno de los personajes favoritos de historiadores, cronistas y hasta novelistas propios y extraños, y aun de los que no vivieron o sobrevivieron a aquella época. Por eso, no es aventurado afirmar, que el personaje y su ‘era’ venden muy bien. Aun diez años después de su muerte, se dio el caso de un miembro del clero que bendecía el nombre del tirano, y suponía lo alto que debía estar en la gloria ‘el que puso tan alto la imagen de mi Dios crucificado".

Resulta engorroso escribir sobre este tema porque inconscientemente se podría estar contribuyendo a promocionar una era de nefasta recordación para el pueblo dominicano. No obstante, qué difícil es determinar cuándo escribir a tiempo y a destiempo.

Lo que quiero expresar es que ahora nadie es responsable de los actos perpetrados contra la dignidad humana en época de la tiranía de Trujillo, solo hay un culpable: Trujillo. Sin embargo el neotrujillismo, el orgullo de ser trujillista o querer enmendar la plana a otro es la nueva moda. Algunos tuvieron la "delicadeza" de esperar que pasara la resaca que dejó tan funesto régimen, otros en cambio fueron más "sinceros" y no esperaron para justificar la inefable "era". Tanto unos como otros no han tenido el prurito de respetar la memoria de aquellos que ofrendaron su vida para que acabara tan nefasta "era". Pero vivan los nuevos tiempos.

Parece ser que los equivocados fueron los que adversaron al "Jefe". A 48 años de la muerte del venerado "Jefe", todavía el orgullo de ser trujillista sale a flote. No solo esto, todavía quedan los remanentes del trujillato que inciden en la política...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR