En el caso Orlando Martinez, La Justicia se acerca a los culpables

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"En el caso Orlando Martinez, La Justicia se acerca a los culpables"

Fausto Rosario Adames

El Auto de No Ha Lugar y Providencia Calificativa No.34-97, del Juzgado de Instrucción de la Cuarta Circunscripción del Distrito Nacional, unificando los procesos 74-75,81-75 Y 75-95, relativos al asesinato del periodista Orlando Martínez, tiene mayor relevancia que el simple hecho de señalar las responsabilidades de un crimen cometido y nunca aclarado durante 22 años, dado su efecto multiplicador y ejemplificador en una administración de justicia limitada, estropeada y aletargada.

Las 32 páginas de la Providencia Calificativa del juez Juan Miguel Castillo Pantaleón se producen en un momento decisivo para el cambio de la justicia dominicana, dado el proceso abierto por el Consejo Nacional de la Magistratura para la selección de los jueces de la nueva Suprema Corte de Justicia, y las consecuencias y el impacto de ese documento son perfectamente percibidos por quienes están en ánimo de proponer candidatos a la Suprema Corte de Justicia y por quienes tienen la responsabilidad de aprobarlos.

La fijación de las responsabilidades penales de los señalados como perpetradores y autores intelectuales del asesinato de Orlando Martínez ha sido elemento estimulante para que familiares, descendientes y amigos de otras víctimas de crímenes cometidos desde la dictadura de Trujillo hasta el último gobierno del doctor Joaquín Balaguer se sientan en condiciones de pedir a la justicia dominicana que revise esos casos con miras a resarcir los daños recibidos.

Así ha resultado, por lo menos con los familiares de Salvador Estrella Sahdalá, Guido Gil, y más recientemente la fámilia Piera, a través de su hija Nuria, que ha solicitado investigar las responsabilidades que habrían tenido Salvador Lluberes Montás y el político Chino Pichardo en el asesinato de su padre, periodista radiofánico, asesinado delante de su familia a principios de la década del 70. Como se sabe, Lluberes Montás también ha sido implicado como autor intelectual en el asesinato de Orlando Martínez.

COINCIDENCIAS:

Si algo relevante ha tenido la Providencia Calificativa, ha sido el cambio de procedimiento para la investigación y la actuación de la jurisdicción de Instrucción, cuyas actuaciones están apegadas a un código francés de principios del siglo pasado.

Como bien ha dicho el Procurador General de la República, doctor Abel Rodríguez del Orbe, el juez Castillo Pantaleón ha actuado en forma distinta a como ha sido la tradición instructiva dominicana, lo que de alguna manera significa un aporte de mucho valor para posteriores actuaciones en materia de Instrucción.

El caso, ventilado con la atención especialísima de los medios de comunicación y los periodistas, presenta coincidencias a tomar en consideración:

La investigación de Castillo Pantaleón se inicia el 4 de abril de 1995, cuando mediante un Auto de Requerimiento Introductivo, el No. 739-95, el fiscal del Distrito Nacional, Luis Nelson González Pantaleón, pide instruir la sumaria correspondiente a la solicitud de investigación de la muerte del periodista Orlando Martínez.

La Providencia Calificativa del juez se produce exactamente dos años después, el 4 de abril de 1997, Y se hace pública el 5 de abril, Día Nacional del Periodista.

También, el 17 de marzo de este año, que coincide con el día y el mes del asesinado de Orlando Martínez, es la fecha en que el país se entera de la identidad de los perpetradores al producirse los apresamientos ordenados por la Procuraduría General de la República y la Fiscalía del Distrito Nacional, en atención a los requerimientos del juez de Instrucción.

El hecho tal vez más coincidente es que, paralelamente a la investigación del juez Juan Miguel Castillo Pantaleón, se gestaba en la sociedad dominicana un movimiento para enjuiciar políticamente al doctor Joaquín...

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