Conflicto, litigio, violencia, distinciones 2 de 2

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Conflicto, litigio, violencia: distinciones (2 de 2)

Nelson Espinal Báez

El mes pasado analizamos brevemente el tema del conflicto y sus diferencias con el litigio, así como las fuentes científicas de este paradigma, denominadas las “ciencias de la complejidad”, que procura una colaboración entre las ciencias “duras” y las ciencias sociales, afirmando con toda propiedad que los sistemas complejos, como los seres vivos, el cerebro, los sistemas sociales, no se agotan ni se abarcan desde una sola disciplina tradicional, sino que para su estudio se requiere del conocimiento y las técnicas de varias disciplinas. En ese orden, nos concentramos esta vez en el tema de la violencia.

Es un tema más doloroso y escabroso. A diario, nuestros periódicos destacan en primera plana titulares relativos a la violencia sin resolver que nos dejan perplejos y al parecer impotentes ante la multiplicidad, la variedad y las características de los mismos. Sabemos que no es un asunto nuevo, ni mucho menos exclusivo de nuestros tiempos. Ha existido violencia desde el origen mismo de la historia de la humanidad, sobre todo en las antiguas civilizaciones, bajo la forma colectiva de una guerra con participación de uno o más gobiernos, en las calles, en los tribunales y en la familia. Como consecuencia, se acumulan daños visibles en el ámbito material como en términos morales y espirituales.

De repente en un conflicto violento hay un cese al fuego, se firma el armisticio. Se inicia la tregua, se redacta y firma el acuerdo, Habemus Consensus”, generando un suspiro de alivio. Pero la palabra paz se utiliza con tanta ingenuidad, que se confunde con la ausencia de violencia visible y no se comprende que el trabajo de hacer y construir la paz, está a punto de comenzar justo cuando se firma el tratado de paz.

Según Johan Galtung(1), “es el fracaso en la transformación del conflicto lo que lleva a la violencia”. Pero además, el conflicto moviliza una reserva de energía que puede ser utilizada para fines constructivos, no sólo destructivos.

La violencia es siempre un ejercicio de la fuerza que se pone de manifiesto en cualquier esfera de nuestra vida: en lo cultural, lo económico, lo político, lo social y lo personal. Esto no quiere decir que toda fuerza sea violenta, ni que toda fuerza genere violencia, pero sí que todo acto expreso de violencia implica el uso de la fuerza. No nos referimos sólo a una forma dehacer, sino también deno dejar hacer, de negar potencialidad o...

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