La legitimación de Danilo

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"La legitimación de Danilo"

Jose Luis Taveras

Editorial.

En una nación parida del autoritarismo las consultas sobre políticas públicas son interpretadas como debilidades del gobierno. Estamos acostumbrados a la imposición vertical y discrecional de la autoridad. Un presidente muy abierto se percibe como flojo.

Esa rancia concepción se resiste a claudicar, entendiendo como invasiva cualquier participación de la comunidad civil en la toma de decisiones estatales. Cuando el gobierno somete medidas trascendentales al escrutinio de sectores representativos de la sociedad, del lado oficial asoman celos y sospechas.

Los defensores del absolutismo estatal deben entender que los gobernados no solo eligen a sus representantes para que asuman como propios los derechos delegados y que estos son soberanos para pedirles cuentas a sus gobernantes sobre la gestión de la cosa pública. Este dilema ha aflorado en ocasión de la reforma fiscal.

Danilo Medina ha rescatado la imagen perdida del presidente sensible, abierto y realista. Si mantiene esa actitud, como expresión sincera y consistente, ganará simpatías insospechadas. El presidente inaccesible y envanecido causa repulsión en tiempo de crisis. En la bonanza, las sociedades son más indulgentes y le perdonan al presidente sus complejos e ínfulas egolátricas. El tiempo de esplendor fue una ilusión, precisamos ahora de un presidente de carne y hueso.

El estilo de Danilo es absolutamente compatible con el trance que vivimos: sobrio...

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