¿Por qué la defensa penal

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"Por qué la defensa penal"

Rosalía Sosa Pérez

Dime cómo es el proceso penal de tu país y mo marcha la democracia.

María se ganaba la vida en una de las playas del interior del país vendiendo su cuerpo. No tenía otra alternativa, según su propio decir. No conoció a su padre. Su madre los sostenía del lavado y el planchado. María se quedaba cuidando a sus hermanos menores, era obligada a salir a la calle a pedir dinero para el sostén de la familia. Conoció la calle a muy temprana edad. Fue víctima de abuso sexual en plena adolescencia de un familiar cercano, el cual le amenazaba constantemente de que violaría a sus hermanos si ella se lo decía a su mamá. María dejó su casa, estaba cansada de la vida y se internó en un lupanar donde brindó su cuerpo y aceptó ser usada como instrumento de placer. Maria fue señalada como autora de un crimen de un extranjero dueño de un lupanar, sólo porque ese día pasó por el lugar. Fue detenida, y como un Cristo con la cruz fue paseada por las calles del pueblo por el jefe de la dotación policial: ¡he aquí la asesina, ya encontramos la culpable! Al segundo año de su internamiento en la cárcel de mujeres, María fue víctima de una violación producto de un motín. Quedó embarazada. Tenía tres años detenida y nunca había tenido contacto con un ahogado defensor. El caso estaba empantanado, sin solución porque no aparecía el acta de defunción del extranjero y no existía en los libros del Ayuntamiento un muerto registrado con ese nombre. Se trasladó al cementerio y se buscó tumba por tumba hasta encontrar el lugar donde estaba enterrado el cuerpo.

Hoy Maria goza de libertad, ya que fue encontrada "no culpable". Cuatro años de prisión y el daño que le ocasionó esta sociedad por no garantizar un verdadero acceso a la justicia y el ejercicio de sus derechos fundamentales. Se entra muy fácil, dice María, pero salir es muy difícil y sobre todo cuando se es pobre ... pero encontró un Defensor Público!

Tocar el tema de la Defensa Pública puede ser algo que no le importa a muchas personas ya que los clientes de esta institución del Estado que da asistencia legal oportuna, permanente y gratuita son los pobres. Para muchos, los pobres son unos delincuentes, ¿para qué gastar dinero en defender delincuentes? ¿Un abogado para defender culpables? ¡A los delincuentes hay que matarlos! Expresiones muy comunes de nuestro diario vivir. Olvidamos la lección que nos dejó Jesús, en San Juan 18.28-38, 19.1-37 fue condenado sin defenderse y...