Un soberbio tollo electoral

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Un soberbio tollo electoral

José Luis Taveras

Editorial.

Le habiamos dado el beneficio de la duda al desempeno de la Junta Central Electoral anos antes de estas elecciones. Sin embargo, nos asaltaba la aprehension de que no era la mas idonea para asumir un desafio tan complicado como el que planteaba una consulta concbida

para dos rangos de elecciones, mas aun despues de la caotica configuracion del cuadro electoral a partir de las festinadas alianzas partidarias. Los resultados estan ahi: unas elecciones entolladas de los pies a la cabeza.

En estas elecciones se puso de relieve el atraso de nuestras instituciones y el canibalismo de nuestra cultura politica. Por un lado, y antes

de las elecciones, unos miembros de la junta narcisistas, amantes del asedio de la prensa y el fulgor de las pasarelas, improvisando declaraciones de pasillo contradictorias y pueriles que fueron socavando la autoridad del tribunal electoral; esto, sin ponderar la anarquia de las oficialias y los escandalos del reparto de esos cargos por algunos miembros del colectivo. Luego, la improvisacion en los criterios de organizacion y en el montaje de las elecciones. Basta considerar que el atraso de los conteos se debio, en gran medida, a la falta de scanner en las juntas municipales, sin ponderar el descuadre de miles de actas por la incompetencia de muchos miembros de los colegios electorales.

Los partidos tradicionales, por su parte, se las lucieron, haciendo gala de una madurez democratica inusitada. Ya el mismo 16 de mayo habia proclamaciones

y celebraciones populares cargadas de insumos tan inf lamables como el ron, la bachata y las pistolas. Estos cuadros evocaban la orgias de sangre del vudu politico en las sombrias noches de los toton macoutes. No faltaron las muertes, las mutuas acusaciones de fraudes y la intromision de los llamados...