¿Fuga o flujo de capitales

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"Fuga o flujo de capitales"

Federico Jovine Rijo

En días pasados el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, denunció que en lo que iba de año el país suramericano había experimentado una fuga de capitales de aproximadamente 25,000 millones de dólares; de igual manera, en los días previos a la victoria en la primera ronda de los comicios electorales brasileños del candidato del Partido de los Trabajadores, Ignacio Lula da Silva, una de las razones valederas que esgrimieron sus adversarios políticos para no votar por éste, era el temor que el mismo infundía en Wall Street y en la City, algo que se traduciría no sólo a través de la devaluación del Real, sino también en una espectacular fuga de capitales que echaría hacia atrás todos los logros obtenidos tras una década de reformas estructurales.

Ciertamente que previo, durante o después de las crisis económicas que azotan de manera cíclica e inexorable a todas las economías modernas vemos cómo se verifica y se manifiesta el fenómeno más temido por todos los gobiernos, partidos políticos, banqueros, economistas y contribuyentes todos: la fuga de capitales.

De plano: dentro de la lógica del sistema capitalista y más concretamente aun del mercado de capitales (piedra angular de los sistemas capitalistas más desarrollados) la denominación de "fuga" tiene una connotación peyorativa, ya que por su carácter eminentemente penal la acepción fuga, per se, suele asociarse a la huida de algún malhechor que se encuentra fuera de la ley con el objetivo de escapar del alcance de las disposiciones contenidas en la misma; la "fuga" o el que se fuga suele estar del lado de lo injusto, lo arbitrario y lo contrario al bien común. Es de esa manera como por obra y gracia de la distorsión del lenguaje vemos como la "fuga de capitales" se ha convertido en el arma por excelencia de los panfletos y demagogos de turno al momento de querer justificar fracasos de modelos económicos determinados o la inejecución de las directrices que imponía la vía escogida, y de paso, como "el inversionista" se convierte pues en un pseudo delincuente.

Debemos de entender que la inclusión de la República Dominicana en septiembre de 2001 en el mercado internacional de capitales independientemente de la utilización que pudieran estarse dando a los recursos generados por la misma es a todas luces positiva para la economía Dominicana en su conjunto, dicho de otro modo, es impensable hablar de progreso y de...

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