Importancia de la propiedad intelectual en el desarrollo de la tecnología: evolución histórica, avances y consecuencias ilícitas

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Importancia de la propiedad intelectual en el desarrollo de la tecnología: evolución histórica, avances y consecuencias ilícitas

Rosa Campillo C.

Socia encargada del Departamento de Propiedad Intelectual, Migración y Familia de Russin Vecchi & Heredia Bonetti.

rcampillo@rvhb.com

Palabras Claves: Avances tecnológicos, lavado de activos, nuevos delitos, propiedad industrial, derecho de autor, República Dominicana.

Resumen: La responsabilidad de mantener actualizados conceptos y criterios de especialistas en materia de propiedad intelectual, en lo que respecta a las novedades, avances y desarrollo de esta área del derecho, fruto del intelecto a través de las ideas —que tiende a la satisfacción del espíritu y a la obra creadora de la innovación tecnológica que contribuye al desarrollo de la industria— ha sido siempre preocupación de los estudiosos del área en sus vertientes de propiedad industrial y derecho de autor.

RECORRIDO HISTÓRICO

Si pasáramos una retrospectiva del desarrollo de la propiedad industrial y el derecho de autor a través de la historia, así como de la evolución del desarrollo mercantil industrial y económico de la humanidad durante los mismos períodos históricos de evolución, no sería difícil comprobar que lo segundo va de la mano de lo primero. Que no hay desarrollo sin creatividad inventiva ni sin la trasmisión de las ideas, vasos comunicantes de los avances científicos que hoy disfrutamos. Y si hiciéramos una versión comparativa entre los avances tecnológicos, en todo sentido de la humanidad y el desarrollo de estas ramas del derecho, veríamos cómo una ha ido de la mano de la otra.

Podríamos encontrar las simientes de los derechos intelectuales, en cuanto a los derechos patrimoniales se refiere, en los viejos escritos a mano, donde consta que para los trabajos realizados —primero por esclavos— la única recompensa de los autores era el prestigio de trascender a través de su obra, pero sin ninguna protección legal ni económica que le compensara, y luego en la Alta Edad Media, donde los monjes de los monasterios transcribían las escasas obras literarias existentes, lo que fue creciendo conforme a las necesidades de trasmisión de conocimiento. Si vemos que ya para el siglo XII se hacía cada vez más necesaria la disponibilidad de textos por la demanda de las universidades que existían para la época, justificaríamos la necesidad de crear un método de reproducción rápida para la obtención de múltiples volúmenes que satisficiera esa necesidad académica e intelectual y creara la necesidad de inventar un método de reproducción mecánica más rápida y accesible, lo que proporcionó la mente creadora de Johannes Gutenberg en 1450 con el invento de la imprenta. A partir de ahí, surge la industria del libro, de los impresores y las editoras, que proveían del capital necesario para invertir en la infraestructura que les permitiera generar riquezas a cambio de su inversión. Según ese criterio de aportar el capital de trabajo se le concede al inversor el privilegio de impresión y divulgación mediante una concesión real, que le otorgaba un derecho exclusivo que le permitía explotar este negocio por un tiempo determinado.

Posteriormente surgió, en Inglaterra, el gremio de editores Stationers Company, al que también le fue otorgado el privilegio de contar con la exclusividad para la edición de obras y que más tarde pretendía lograr la libertad de imprenta. Esto dio como resultado que fuera votado en ese país, en el año 1710, el Estatuto de la reina Ana, en el que se definen no solo los derechos atribuidos a los editores sino que se reconoce como prioritario el derecho que corresponde a los escritores. A partir de esa ley se impone la exigencia de contar con la autorización del autor para la reproducción y comercialización de las obras literarias.

Todo ello fue el inicio de la transmisión del conocimiento masivo, la que abarca todas las ramas del saber humano, fomenta el desarrollo de las instituciones académicas, la difusión de la cultura y la tecnología y multiplica la actividad económica que se apoya en la creación intelectual, al tiempo que promueve una gran proliferación de instrumentos legales tanto nacionales como internacionales que regulan y organizan el comportamiento de los actores del sector de referencia.

Lo mismo ha pasado con la evolución de la protección a la propiedad industrial y, dentro de esta, de las invenciones. Basta con revisar cómo cambió la sociedad del siglo X, cuando los inventos se focalizaron en hacer cambios en los aditamentos que se proveían a los caballos a fin de viabilizar un mejor rendimiento en los...

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