Lecciones de las elecciones

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"Lecciones de las elecciones"

Fausto Rosario Adames.

Un balance del proceso electoral:

Pasado el proceso electoral solo queda pasar balance a la jornada y comenzar a otear las perspectivas del proxirno gobierno del Partído Revolucionario Dominicano además de revisar institucionalmente las luces y sombras de una jornada electoral en dos etapas, que tuvo como punto medio las elecciones congresionales y municipales de 1998, cuyas lecciones no fueron atendidas o comprendidas por el gobierno v e partido que le ha servido de sustento.

Patidos políticos candidatos presidenciales, gobierno, jueces electorales, observadores nacionales, grupos de la sociedad civil, medios de comunicación y votantes tienen por delante un balance que permita fortalecer los mecanismos virtuosos del voto y la eleciones democráticas, pero el mismo tiempo echa a un lado los rumores, divisiones, y mals prácticas políticas y gubernamentales y tergiversaciones y manipulaciones burdas de datos e informaciones con fines natamente electoreros.

La realidad de una nación la viven y protagonizan casa uno de estos actores, pero no siempre, pero no siempre la establecen o la controlan. Una realidad política es lo que representa para cada votante una opción de gobierno, que no siempre es posible cambiar con publicidad engañosa, con datos mal intepretados de encuesta nacionales o con fanfarronería y amenaza de ningún buracráta inogárnico. Los hechos hecen las realidades políticas y ésta no son el resultado del deseo de nadie, sino el resultado de todos los factores que confluyen en ella a favor y en contra.

Las autoridades electorales

A pesar de los augurios fatalistas y de las versiones pesimistas pero politizadas y extremistas contra la Junta Central Electoral (JCE), las elecciones fueron una verdadera fiesta de la democracia, como las definió el presidente Leonel Fernández, en las que no hubo las irregularidades que se anunciaron, en las que no se favoreció a partido político alguno, en la que no hubo exclusiones, fraude por abstención provocada, ni haitianos en el padrón, ni dislocados o desorientados, como tantas veces se repitió con el propósito de socavar la credibilidad de la población en el organismo electoral.

Nadie ha resultado favorecido o desfavorecido por los jueces electorales, como tampoco nadie ha podido presentar argumentos que intenten darle vigencia a las desconsideraciones vertidas por diversos medioscontra el trabajo y la seriedad de los jueces electorales.

Las fallas o deficiencias gerenciales no ocurrieron en la JCE ni son atribuibles hoy día a los árbitros del proceso, sino a la labor persistente de obstaculización del trabajo de varios de los jueces de la junta Electoral del Distrito Nacional, principalmente contra José Francisco Alvarez Conde, no obstante haberse producido un rechazo del tribunal a las pretensiones del partido de gobierno de marginarlo de sus funciones.

Si se evalúa la historia de la JCE se verá que sus actuaciones fueron siempre el resultado del más amplio consenso, y las últimas resoluciones que adoptaron, incluyendo la 30-2000 dando solución a los problemas identificados en el padrón electoral, y la que ordenó a último momento revisar el padrón electoral del presidente del colegio, dieron la oportunidad al país de...