Las leyes de policía urbana, rural del siglo XIX

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"Las leyes de policía urbana, rural del siglo XIX"

Wencelao Vega.

Resulta interesante conocer cómo se regían legalmente nuestros campos y ciudades en el siglo anterior, tan diferente a hoy y donde las autoridades mantenían un control casi dictatorial sobre personas, animales y bienes, especialmente en las zonas rurales, donde los campesinos vivían bajo fuertes controles y donde sus derechos ciudadanos, garantizados por las constituciones, eran legalmente conculcados por esta ley y por los funcionarios locales.

En esa época y hasta hace poco, el Alcalde Pedáneo en los campos y el Comisario de la Policía en los pueblos, tenían más poder que un síndico, un fiscal y hasta un juez, bajo las leyes de Policía Urbana y Rural de los anos 1848 y 1855, que fueron re-formadas por una Ley del año 1911.

Durante el período de unión con Haití los dominicanos padecimos, al igual que los haitianos, bajo el yugo del Código Rural, conjunto de disposiciones que sometieron a los campesinos a fuertes controles de tránsito, de trabajo, de salario, etc., en un intento de las autoridades de aumentar la producción y eliminar el minifundio.

Este Código fue abolido con la independencia, pero los nuevos gobiernos dominicanos, se plantearon la necesidad de dictar disposiciones similares, porque en aquella época, la agricultura y el corte de madera eran las únicas fuentes de riqueza, y había que estimular la gran producción para fines de exportación en desmedro de los conucos y pequeñas parcelas improductivas.

La Ley de Policía Urbana y Rural del año 1848 fue el marco jurídico para el control del campesinado y en menor escala, la vida en las ciudades y aldeas del país, Contaba con 63 artículos y regulaba minuciosamente la vida campesina. Par ejemplo, se condenó la vagancia y toda persona que no tuviera oficio conocido era llevado bajo arresto hasta que encontrara un traba-jo útil, y mientras tanto, debía servir en lasbrigadas de limpieza de los ayuntamientos. Los peones agrícolas no podían ausentarse de los predios donde trabajaban sin obtener previamente un pasaporte otorga-do por los Inspectores de Agricultura.

Igual permiso se exigía para mudarse de una sección rural a otra. Nadie podía hospedar en su casa a un individuo sin antes presentarlo al Alcalde Pedáneo y explicar el trabajo a que estaba destinado. Se dictaron disposiciones sobre la matanza de animales cimarrones, y se reglamentó minuciosamente esta actividad. Había que presentar al Alcalde las orejas de los...

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