EL MENU ELECTOR MAS DE LO MISMO

Páginas63005372

EL MENÚ ELECTOR MÁS DE LO MISMO

Jose Luis Taveras

Una nueva convocatoria electoral se produce en la República Dominicana. Las ofertas de ocasión hacen evidente un

hecho inequívoco: hemos avanzado un “metro”. Un ambiente electoral dominado por los convencionalismos de hace

décadas arranca pobres entusiasmos en una población cada más escéptica; la diferencia, los recursos.

Nunca una campaña electoral había expresado tan crudamente su más baja naturaleza: el clientelismo. El dinero está

desbordado y en capacidad de comprarlo todo, no importa el precio ni los medios, estamos en campaña y hay almas que salvar.

Hablaremos de ética pública después de lograr el resultado: ganar el poder. Se compran la lealtad, los principios,

la vergüenza y hasta la dignidad. ¿De dónde vienen los recursos?..., ¿y qué importa? del Estado, la Junta o el narcotráfico. Todo se permite en un festín orgiástico donde los medios se sacralizan y el fin se redime.

¿Las propuestas? bien, gracias.

El reparto electoral no es un surtido precisamente de ideas, ni mucho menos de planes, sino de chequecitos CB,

salamis, gasolina, cargos, encuestas, contratas, gallinas y lealtades; todo a ritmo de reaggueton y por supuesto... mucho mambo. Un colorido mercado público.

La técnica dorada del markentig electoral son las comparaciones; los valores a medir: quién robó más o menos. Así,

entre la “brecha digital” por donde salió el “puerco de Amable”, se diluye el tema “Marbella” y los cuartos de la “Sun Land” nadie los encuentra. Al final, si gana la oposición honraremos la tradición teatral de los procesos judiciales interrumpida “inteligentemente” por Hipólito y si gana la reelección volveremos al nefasto discurso de austeridad y más impuestos para cubrir los excesos de campaña.

Un guión tan conocido como aburrido.

Después de mayo o junio –depende el país volverá a su pesada rutina de penurias; así, se habrá consumado una

nueva estafa para los que votan –o autoengañan- y más convicción para los que se abstienen.

Un menú de candidatos malos obliga a una elección por el menos. El problema es que las diferencias son tan estrechas que elegir cualquiera da prácticamente lo mismo. Cada cuatro años cambian tres cosas: las siglas partidarias –a veces los compromisos y los estilos. En el fondo de nuestras miserias los problemas se agudizan.

En esta perversa dialéctica se construye una nación a remiendos con insumos tan malos como caros: la improvisación, la corrupción y la falta de visión.

Sin embargo, la democracia nos impone el fastidioso “deber” de votar, siempre en contra y nunca en pro. La mesa

está servida, hay poca hambre y una carta harta conocida. El menú, sin novedades: carne roja, ya morada y tan pesada como soportar otro gobierno del PLD; arroz blanco, como para hacer crecer las insaciables panzas perredeístas; fritura, tan grasosa y dañina como los cerdos de Amable; ensalada, tan sosa como la palidez de

Eduardo; ají, tan picante como soportar a Candelier gobernando; y pescado, tan crudo como la candidatura de Guillermo.

De todas maneras come quien quiera; después no habrá excusas para las indigestiones o intoxicaciones; mientras tanto aquí les va el menú electoral, con sus encantos y sus vicios. El balance siempre será deudor. ¡Qué suerte!

LEONEL FERNÁNDEZ REYNA

Partido de la Liberación Dominicana (PLD)

Nace el 26 de diciembre de 1953, en Santo Domingo. Está casado con Margarita Cedeño...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR