Olvidar la Constitución y volver a la nefasta tradición

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Olvidar la Constitución y volver a la nefasta tradición

Nassef Perdomo

La larga lucha por el estado de Derecho sólo puede ser exitosa si, en vez de mirar al pasado constantemente, inauguramos una nueva tradición: la de respetar la Constitución.

Recientemente, un semanario solicitó a figuras reconocidas de la sociedad dominicana que hicieran “Cien Propuestas para el Desarrollo”. Entre los consultados estuvo Juan Manuel Pellerano, abogado de dilatada y distinguida trayectoria con quien los constitucionalistas dominicanos tenemos una deuda impagable.

Durante décadas el doctor Pellerano fue una de las pocas luces que iluminaron el oscuro panorama de la doctrina

constitucional en el país. Por ello no es de extrañar que se le confiaran las propuestas relacionadas al sector justicia.

Las ideas expuestas en la sección de la que fue responsable son, en la mayor parte de los casos, muy interesantes

y deberían servir de punto de partida para que los dominicanos discutamos seriamente dónde estamos y hacia dónde

vamos en el tránsito por una mejor justicia.

Sin embargo, una de sus propuestas me llamó poderosamente la atención. Se trata de aquélla en la que propone

“volver a los viejos cauces” en materia legislativa. Lamenta el doctor Pellerano que los dominicanos hayamos abandonado la tradición de asimilar la legislación francesa. Se refiere específicamente al Código Procesal Penal, al que atribuye contribuir al caos legislativo que vive el país.

Estas declaraciones son sorprendentes porque vienen de un jurista con enormes aportaciones doctrinales a la defensa de los derechos fundamentales y el debido proceso. Pero además, porque en las mismas se da más importancia al peso de la tradición (una mala tradición, de paso) que a los requerimientos que la Constitución hace al ordenamiento legal.

La tradición juega un papel fundamental en el argumento del doctor Pellerano, quien afirma que “el ordenamiento

jurídico dominicano es un ejemplo insólito en la historia de la humanidad de la recepción voluntaria, de la asimilación

efectiva y, de la aceptación de la vigencia de los principios rectores del sistema jurídico francés”. Sin embargo, la

recepción no fue voluntaria. La legislación francesa fue introducida en el país durante el período de la unión con

Haití. Dice Wenceslao Vega queDurante los 22 años que la actual República Dominicana estuvo unida a la República de Haití, se introdujo un sistema jurídico totalmente diferente al que había regido en las etapas...