ORGULLO DOMINICANO EN LA JUSTICIA AMERICANA

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"ORGULLO DOMINICANO EN LA JUSTICIA AMERICANA.

José Luis Taveras, Servio Tulio Castaños, Ruth Ruiz.

Pertenecer a una minoría de la población en cualquier país del mundo puede representar un gran fardo que dificulte el avance social y profesional de un individuo; si esa minoría se refiere al grupo migratorio procedente de una media isla caribeña, y si ese país se llama Estados Unidos de América, el peso a cargar puede ser descomunal.

Como feliz paradoja, una condición que para muchos resulta insalvable constituye la mayor motivación de estos seis jueces de origen dominicano que, en base a tenacidad, talento y dedicación, lograron abrirse paso en la sociedad norteamericana hasta llegar a ocupar una posición cimera en el aparato judicial de la nación más poderosa del mundo.

Dominicanos y dominicanas orgullosos de su origen, los honorables jueces Rolando T. Acosta, Rita Mella, Manuel J. Méndez, Diccia Pineda-Kirwan, Julia I. Rodríguez y Faviola Soto, en visita coordinada por el Programa Presidencial de Apoyo a las Comunidades Dominicanas en el Exterior y la Sociedad de Jueces Dominicanos en el Exterior, estuvieron en el país compartiendo su valiosa experiencia en las Cortes del Estado de Nueva York.

En medio de la intensa agenda que les tocó cumplir, y al final de una jornada agotadora, acudieron a la cita con Gaceta Judicial en los salones de la Fundación Institucionalidad y Justicia, para, en una conversación que se prolongó por más de una hora, responder de manera detallada y entusiasta a las interrogantes que sobre su trayectoria ejemplar se les hicieron.

CAPACIDAD A TODA PRUEBA.

Si sienten mayor nivel de presión y exigencia por ser parte de una minoría fue una de las primeras preguntas formuladas. La presión, expresaron, existe de una manera tácita. El sentido de responsabilidad, al sentirse representantes de una comunidad, les impone la obligación de demostrar en cada caso su capacidad siendo justos y eficientes.

A partir de su experiencia, Manuel Méndez narró que cuando resultó electo juez lo asignaron a la Corte Civil de Brooklyn, noticia que en principio no fue muy bien recibida por la supervisora al saber que iba un juez de apellido Méndez. Un año después, al notificársele el traslado a otro condado, recibió propuestas para que se quedara allí, a lo que él no accedió.

“Luego de yo estar en Manhattan hubo una persona a quien le llamé la atención y llamó a Brooklyn para quejarse; le dijeron: si no quieren a Méndez allá devuélvanlo aquí y le mandamos los tres que ustedes nos mandaron porque éltrabaja por los tres”. Y es que tan pronto llegó a la Corte se propuso demostrar su capacidad de trabajo e intelectual “y lo iba a hacer –añade- no solamente siendo justo con las partes, también escribiendo mis decisiones, publicando jurisprudencia y trabajando en más casos que los demás, porque cuando nosotros llegamos se tiene la presunción de que lo que tenemos nos lo dieron en bandeja de plata y no que tenemos el mérito para desempeñar esa función”.

Rolando Acosta plantea que además de la presión existe el estereotipo de quién es un juez con capacidad y quién no. Manifiesta que cuando se tiene un nombre con muchas vocales, a veces le comentan con extrañeza lo bien que se comunica en el idioma inglés, como una manera muy sutil de enfatizar su origen.

Una de las formas de demostrar que puede ser considerado uno de los mejores jueces de su jurisdicción consiste en publicar una o dos decisiones al mes, que son recogidas en el Official Reporter para que se examine cómo aborda asuntos únicos que no se han tratado antes o precedentes que no se habían examinado de esa manera. No se trata solamente de la cantidad sino más bien de la calidad de esas decisiones que son citadas por las Cortes federales y por las Cortes de Apelaciones. Eso influye muchas veces en el tipo de casos que se le asignan. “Te ven de manera diferente; nosotros tenemos que demostrar que tenemos la capacidad intelectual y jurídica de trabajar con asuntos complejos, por eso a mi me encanta cuando me mandan casos comerciales. Esa siempre ha sido la presión aun con el tiempo no dejo de escribir ni dar cátedras y conferencias legales”.

REQUISITOS Y MECANISMOS DE EVALUACION.

Como requisitos básicos para una persona llegar a ser juez en Nueva York se requiere un titulo de abogado, licencia para ejercer la profesión -que se otorga después de pasar el examen de la reválida-, y que esa licencia la haya tenido por un periodo de diez años.

La elección de un juez de Corte Civil es por un periodo diez años; si es de la Corte Suprema, son 14 años. Por ese tiempo hay un juez supervisor que puede evaluar la cantidad de casos que el juez vea, pero no puede calificar de correcta o incorrecta las decisiones que éste tome, porque ambos son oficiales electos de la misma manera. De modo que la labor del juez es totalmente independiente y nadie puede decirle cómo debe decidir un caso.

Si la decisión que el juez ha tomado no es adecuada sustantivamente, para eso está la Corte de Apelación. Las...