El parol evidence rule, cláusulas de integración contractuales, y la Convención

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"El parol evidence rule, cláusulas de integración contractuales, y la Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías"

Francisco A. Rodríguez

Socio del Departamento de Litigios de Akerman LLP.

francisco.rodriguez@akerman.com

RESUMEN:

Durante años se ha debatido ampliamente en el derecho comparado la diferencia entre los cánones de interpretación contractual aplicados en jurisdicciones de derecho común y en sistemas de derecho civil. En este tenor, uno de los beneficios que ha aportado la Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías ha sido el establecimiento de parámetros universalmente aceptados. Este artículo analiza cuáles han sido esos parámetros o normas de interpretación y su aplicación en la realidad mercantil.

PALABRAS CLAVES:

Parol evidence rule, cláusulas de integración contractuales, norma de exclusión de evidencia extrínseca, Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías, Convención de Viena, derecho civil, derecho común, Derecho Internacional Privado.

Uno de los beneficios más destacados de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías, conocida como la Convención de Viena, es el establecimiento de parámetros universalmente aceptados para interpretar los términos y cláusulas en contratos internacionales referentes a la compra y venta de mercaderías.

La diferencia entre los cánones de interpretación contractual aplicados en jurisdicciones de derecho común (common law) y en sistemas de derecho civil ha sido una de las áreas más debatidas en el derecho comparado durante años. A pesar de los grandes esfuerzos que se han hecho para reconciliar estas diferencias en un mundo cada vez más global, las disimilitudes que existen en materia de interpretación contractual en países de derecho común y en jurisdicciones regidas por el derecho civil se han profundizado.

En el derecho común se entiende que una vez que las partes han decidido formalizar su convenio contractual por escrito todas las declaraciones, manifestaciones verbales o acuerdos precontractuales sobre cuestiones relativas a las materias regidas por el contrato escrito no pueden ser utilizados como herramientas para establecer la intención de las partes. De este principio se desprende que los términos contractuales deben ser interpretados objetivamente conforme a su significado común y no a la luz de la intención subjetiva no expresada de las partes. Más que una norma adjetiva o procesal en materia de prueba, este principio, conocido como el parol evidence rule, es una norma sustantiva de interpretación contractual. Este principio ha sido universalmente rechazado en la mayoría de jurisdicciones civilistas, como la República Dominicana, donde el objetivo de la interpretación contractual no es el de determinar el significado común y ordinario de las cláusulas y términos suscritos por las partes, sino, por el contrario, investigar y establecer la intención de las partes al momento de ejecutar el contrato.

¿Cómo es posible que un escrito inerte derogue la verdadera intención de las partes?, preguntan muchos colegas civilistas. Por otro lado, los juristas en el derecho común no logran comprender cómo se explica que los términos expresos de un contrato puedan ser contradichos por interpretaciones subjetivas sin considerar el propio contrato. Esta diferencia tan marcada afecta el marco legal en la compra y venta de mercaderías a nivel internacional y crea la posibilidad de que el mismo contrato sea interpretado inconsistentemente en diferentes jurisdicciones. Es por eso que el esfuerzo de la Convención de Viena en establecer normas y parámetros universales de interpretación contractual es no solo acertado, sino necesario.

De hecho, el artículo 7 de la Convención de...