La pequeñez de la grandeza

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"La pequeñez de la grandeza"

José Luis Taveras

Cada firma legal tiene su impronta pero hay una línea estándar donde se diluyen sus distinciones en el mercado. Unas se destacan por la impresionante cantidad de abogados en su plantel: son factorías legales de alta producción y en las que el servicio tiende a despersonalizarse en una actividad donde el trato intuito personae sigue prevaleciendo; otras son muy concentradas, sin la capacidad operativa ni técnica para atender eficientemente una demanda cada vez más diversa y compleja de servicios.

Integrar una empresa legal que equilibre formación, gerencia, calidad, eficiencia y nombre es un trabajo épico. Sin faltar a la objetividad, la firma Guzmán Ariza ha desafiado exitosamente ese reto y hoy constituye inequívocamente una de las empresas legales más completas de la República Dominicana.

Hay un mito muy arraigado que impone la creencia de que las grandes firmas se encuentran en las capitales. El concepto “grande” en materia de servicios tiene sus propias y cuidadosas acepciones. La grandeza de una prestación profesional no responde a criterios estrictamente cuantitativos, ni la define una moderna instalación o su presencia en famosos repertorios y publicaciones de mercadeo. La producción voluminosa define un tipo de “grandeza” apreciada por la mercadotecna, pero no la interpreta en el sentido más virtuoso de la palabra. Grande es también una firma con abogados de sólida formación y alta preparación para resolver casos complejos y de tratamientos intensivos.

La práctica legal fuera de los grandes centros urbanos suele ser más decantada, minuciosa y oxigenada, liberada de las prisas que cotidianamente apremian y banalizan la vida comercial de las urbes. He escuchado a muchos jueces encomiar el desempeño litigioso de los abogados de las provincias. Por eso no es casual que muchos de los buenos abogados que hoy ejercen competitivamente en Santo Domingo han tenido una formación “en el interior”. Esa ha sido la historia de la firma Guzmán Ariza, que nació como un bufete tradicional en San Francisco de Macorís en el año 1927 bajo la regencia de don Antonio Guzmán, un jurista emblemático en la memoria regional del derecho, y que después del relevo generacional, que encarnó y asumió su hijo, Fabio J. Guzmán Ariza, tuvo un crecimiento inédito hasta erigirse en la primera y más grande red de firmas legales de la República Dominicana.

Fabio J. Guzmán Ariza combina armoniosamente el rigor y la...

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