La promesa de dar

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"La promesa de dar las implicaciones de las diferencias de ingreso ente los que más tienen y de los marginados de la sociedad por pobreza extrema. ¿Es el dinero excremento del diablo o maná del cielo?"

Ernesto J. Armenteros

Las cuatrocientas personas más ricas de los Estados Unidos tienen activos que sumados son similares a los activos de más del cincuenta por ciento de los que tienen menores ingresos.

No sé si se ha hecho la comparación entre la fortuna acumulada por estos multibillonarios y la riqueza total de, digamos, la República Dominicana. Estoy seguro que la exceden por mucho y no me extrañaría que los activos de estos señores posiblemente sumen más que los de todas las islas del Caribe. Posiblemente exceda por mucho los bienes de muchas naciones del planeta.

No es la primera vez en la historia de la humanidad que se concentran riquezas enormes en las manos de unos pocos. No es la primera vez que coexisten las grandes riquezas con grandes pobrezas, inclusive en una misma nación. Esta situación era bastante común en la Edad Media en Europa, cuando los reyes y la Iglesia acapararon las riquezas mientras los campesinos y artesanos vivían en pobreza. Esta situación empezó a cambiar en Europa con el Renacimiento en el siglo XIV, pero se extendió en el tiempo hasta el dramático final de la Revolución francesa y la condena a muerte por guillotina de decenas de miles de aristócratas. No es difícil entender el porqué de la animosidad del pueblo contra la aristocracia cuando nos quedamos boquiabiertos ante la magnificencia del palacio de Versalles en las afueras de Paris, si tenemos en consideración el contexto social en que fue construido este palacio.

El Palacio de Versalles era la residencia de Luis XVI, quien vivía en esplendor y magnificencia mientras sus súbditos se morían de hambre. Esta situación motivó la sublevación de las masas hambrientas y el derrocamiento del gobierno. La afortunada consecuencia de esta masacre de los aristócratas y gobernantes fue la formulación de los derechos humanos en el siglo XVIII. Esta declaración de derechos humanos fue el fundamento filosofal de la Constitución de los Estados Unidos y del establecimiento de gobiernos democráticos. Fue también el fundamento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el año 1948. Pero a pesar de ser los Estados Unidos el país que ha abanderado las ideas de democracia e igualdad en el mundo, las enormes diferencias entre los que más tienen y los que menos continúa hasta nuestros días, inclusive y particularmente en los Estados Unidos, y, como nación, en relación de ellos y el resto del mundo. Las enormes diferencias de riqueza se manifiestan en casos individuales...