El registro de las expresiones del folklore
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El registro de las expresiones del folklore
Miguel Esteban Perez
Con la evolución social de los pueblos se desarrolla una llamada identidad que se convierte en herencia história y se manifiesta a través de diversos modos de expresiones tradicionales como la literatura, el arte, la música, la arquitectura y la religión.
Una novedosa y oportuna fórmula jurídica se plantea en la actualidad a fin de proteger este tipo de expresiones culturales, cuya reglamentación desde ya trasciende los ámbitos nacionales, regionales e internacionales, logrando obtener efectos y oponibilidades frente a otros pueblos y culturas del mundo. Nace un nuevo concepto que reivindica las expresiones del folklore, le da un porte legal y a la vez la proyecta culturalmente.
En efecto, desde hace unos meses la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), han realizado una serie de debates internacionales sobre la necesidad de crear formas jurídicas para la protección de las expresiones del folklore a través de registros llevados para tal efecto.
En Hanoi, Pretoria, Quito y Tunis, se agruparon los primeros expertos a fin de obtener las correspondientes recomendaciones. De hecho, ya se ha sugerido el establecimiento de un Comité Permanente sobre el folklore desde la OMPI y la UNESCO a fin de facilitar una asistencia técnica-legal en la regulación jurídica de este tipo de protección, para ello se toma en cuenta el fenómeno o revolución informática, el cual afecta a todas las áreas del saber, especialmente la ligada a los derechos intelectuales, más aún los derechos de autor y la explotación patrimonial de los mismos sin autorizaciones expresas.
La República Dominicana participó en la consulta regional para América Latina celebrada en Quito, Ecuador, conjuntamente con otros países del hemisferio y representantes del Mercado Común del Caribe, CARICOM. La idea consiste en identificar, documentar, clasificar, preservar, perpetuar, proyectar y proteger todas las expresiones del folklore originarias de cada región, considerando su importancia como un elemento básico en las identidades culturales de los pueblos. Resultaría sumamente interesante establecer jurídicamente que el merengue, por ejemplo, es una forma de hacer música de origen puramente dominicano y no de otra nación; de esta manera, se descartaría la posibilidad de decir que existe -el mal llamado- merengue de Puerto...
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