Las relaciones entre el servicio y los patrones

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Las relaciones entre el servicio y los patrones

¿Debemos intervenirlas con una legislación?

Ernesto J Armenteros

Un sector numeroso de nuestra sociedad se constituye de aquellos que hacen de su forma de vida el servir a otros. Sirvientas, cocineras, lavanderas, jardineros, choferes, serenos, niñeras, cuidaviejos, etc. Estas personas luchan por buscársela en un ambiente en donde la oferta de trabajo supera la demanda (esto está cambiando rápidamente), con la particularidad de que tienen escaso poder de negociación para obtener mejor paga porque tienen que suplirles necesidades perentorias a sus familiares.

Conocemos y estamos familiarizados con ello. Ese numeroso sector de la población es coherente en su situación básica. Es un sector muy tentador para que los políticos intervengan a defender lo que ellos creen que son sus mejores intereses. Los políticos desean votos y están motivados para convertirse en los protectores de los desamparados al estilo Chapulín Colorado.

Ese es el planteamiento de esta lucubración. De este párrafo en adelante voy a tratar de explicar las posibles consecuencias adversas que esto acarrearía por tratar de resolver un problema que no existe.

La primera pregunta, teniendo tantos problemas que agobian nuestra sociedad ¿para qué embarcarnos en resolver uno imaginario sobre una clase que más o menos bien nos hace la vida más placentera y le da la oportunidad a miles de dominicanos de bajos recursos y de poca educación de ganarse la vida?

Los dejo que lucubren sobre esto y lleguen a sus conclusiones.

Las relaciones entre servidores y servidos, entre patrones y empleados, son variopintas y cambiantes con el transcurso de los años.

Si los sirvientes están atentos a las diferentes formas de hacerle más confortable la existencia a sus patrones y los liberan de las ataduras de compromisos manuales, con el tiempo el sirviente coge a su patrón por el pichirrí. El patrón depende de él para tareas esenciales en su vida y además se convierte en parte de la familia. Un adoptado, un hermano de crianza, un ahijado, etc. En nuestra familia extendida, somos muchos, esto es lo que ha ocurrido. Son parte de nuestra familia y nos hacemos cargo de gastos médicos, educación, seguro de salud, cuando se enferman los enviamos a nuestros médicos. Mi hermano Armando, pediatra, era y todavía es médico pediatra de los hijos, nietos y ahora biznietos de esa familia adoptada. No les cobra. Él es compadre de numerosos miembros de esa familia...

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