Renuncia y renovación de la Iglesia

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"Renuncia y renovación de la Iglesia"

Juan F. Puello Herrera

RESUMEN:

El autor expone la relación entre la renuncia de Benedicto XVI y la carta que en el 2009 le enviara Henri Boulad, sacerdote jesuita egipcio, alertándole sobre los problemas que enfrenta hoy la Iglesia católica.

PALABRAS CLAVES:

Benedicto XVI, Henri Boulad, Roma, iglesia católica, derecho canónico.

El papa Benedicto XVI anunció su renuncia en febrero de este año, en virtud del canon 332 (2) del Código de Derecho Canónico. Esta renuncia y la elección de un nuevo obispo de Roma destacan la relevancia de la carta que en el 2009 le enviara Henri Boulad, sacerdote jesuita egipcio, al renunciante Benedicto XVI, alertándole sobre los problemas que enfrenta hoy la Iglesia.

El egipcio Henri Boulad es el jesuita más destacado en los ámbitos eclesial e intelectual. De unos ochenta años, ha visitado unos cincuenta países en los cuatro continentes y ha publicado unos treinta libros en unas quince lenguas: francés, árabe, húngaro y alemán, entre otras. La carta que le remitió a Benedicto XVI es una carta reveladora, profunda en su contenido, expuesta con mucha crudeza y franqueza, pero dirigida con respeto; es actual, sobre todo en estos momentos. Los puntos que trata son:

1) La práctica religiosa en el mundo católica va en declive: pocos fieles frecuentan los templos en Europa y en Canadá;

muchos de los cuales han cerrado y se han transformado en museos, en clubes o en bibliotecas municipales.

2) Los seminarios y noviciados están cada día más vacíos. No se sabe quién tomará el relevo. Cada vez hay más parroquias europeas a cargo de sacerdotes de Asia o de África.

3) Sigue el abandono del ministerio por muchos sacerdotes; los pocos que lo ejercen, ya no tan jóvenes, tienen que encargarse de muchas parroquias de modo expeditivo y administrativo, a lo que se suma que tanto en Europa como en el tercer mundo algunos viven en concubinato a la vista de sus fieles, que normalmente los aceptan, y de su obispo, quien, sin aceptarlo, lo admite teniendo en cuenta la escasez de sacerdotes;

4) Hay que revisar el lenguaje de la Iglesia en nuestra época, sin acomodarlo ni hacer demagogia, presentando el mensaje del Evangelio en toda su crudeza y exigencia, como decía Juan Pablo II: hace falta una "nueva evangelización" que exprese la fe de modo apropiado y con un significado para el hombre de hoy, renovándose en profundidad de la teología y de la catequética. Es lamentable que la palabra "mística" no...

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