Repertorio de la jurisprudencia civil, comercial e inmobiliaria

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"Presentación del Repertorio de la jurisprudencia civil, comercial e inmobiliaria de la República Dominicana (2001-2014)"

Fabiola Medina Garnes

Inevitablemente, hasta una pecadora confesa contra las maneras protocolares, como esta servidora, tiene que comenzar sus palabras en esta noche agradeciendo de todo corazón al autor el privilegio de haber sido invitada a presentar este Repertorio de lujo.

Amante apasionada de la materia procedimental, litigante impenitente por más de treinta y cinco años, me siento en exceso honrada al poder comentar esta obra, que habrá de convertirse, sin lugar a dudas, en la más valiosa herramienta del abogado que tiene aún la valentía de subir a estrados.

Conozco a Fabio José Guzman Ariza desde mediados de los años ochenta. Hago mención de su nombre completo, con todos los añafiles, porque, al alcanzar ya un periodo de abundante juventud acumulada, he llegado a la edad suficiente para que, al procurar a algún colega, me tenga que enfrentar con la pregunta de "¿el padre o el hijo?", ante la cual debo responder a menudo, "el padre, lamentablemente".

Fabio y yo fuimos compañeros de sufrimientos en el año 1987 cuando nos postulamos —y ganamos— como miembros del Tribunal Disciplinario del Colegio de Abogados. En ese glorioso periodo, sin hacer comparaciones odiosas, ese órgano conoció y decidió más de trescientos cincuenta casos de reclamaciones contra prácticas profesionales cuestionadas. Recuerdo que Fabio, digno representante del Cibao, tenía que viajar para asistir a las audiencias, que eran frecuentes. A los que le conocen no les sorprenderá escuchar que no solo hacía gala de su filoso conocimiento procesal y su agudo olfato para descartar los argumentos tramposos, incidentalistas o simplemente imbéciles, sino que además tuvo un perfecto récord de asistencia y un cumplimiento impecable de las responsabilidades a su cargo.

Huelga mencionar que, desde ese entonces, todos estábamos sometidos al látigo implacable de su cada vez más vasto conocimiento de la lengua española, del cual en años recientes hemos tenido la oportunidad de beneficiarnos con sus muy aleccionadores artículos publicados en Gaceta Judicial, que le han merecido pertenecer no solo a la Academia Dominicana de la Lengua, sino, en esa virtud, ser miembro de la Real Academia Española. Chapeau!

En nuestros afanes de jueces disciplinarios, conocí entonces al Fabio trabajador, responsable, excelente abogado, de tradición jurídica sanguínea. Sabía, por...

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