¿Qué se requiere para ser un dictador?
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"¿Qué se requiere para ser un dictador?"
¿Cómo se establecen los regímenes totalitarios?
¿Cuáles son las consecuencias de los regímenes totalitarios?
¿Qué debemos aprender los dominicanos de Donald Trump?
Ernesto J. Armenteros
Estoy escribiendo esta lucubración mientras los candidatos presidenciales de los Estados Unidos están enfrascados en un vergonzoso debate, el segundo de tres, en donde parecen tener primicia las bellaquerías sobre las políticas a seguir de ser elegidos. Independientemente de las pocas vergüenzas del señor Trump, no deja de asombrar su arrogancia e ignorancia de los asuntos de Estado. Escuchar, leer y asombrarnos de lo que dice tiene un efecto hipnótico. Nos es repulsivo, pero continuamos dándole seguimiento. Nos preguntamos una y otra vez ¿cómo puede una persona tan aberrante en su comportamiento, en sus ideas y en su narcisismo haber alcanzado la postulación del Partido Republicano? ¿Cómo es posible que tenga o haya tenido tantos simpatizantes?
Las respuestas las he encontrado, como suele pasar, en la historia. El surgimiento de líderes políticos como Donald Trump es más abundante que las cucarachas. Afortunadamente, en la grandísima mayoría de los casos sus vidas son tan efímeras como las que caen en un gallinero. Pero, y aquí viene la importantísima excepción, cuando las cucarachas caen en una pila de mierda crean todo un imperio nauseabundo. Ese es el caso de los Castro en Cuba, de los Chávez y los Maduro en Venezuela, de Trujillo en nuestra República, de Hitler, de Perón, etc. Conocemos las consecuencias de los gobiernos de las cucarachas; son difíciles de erradicar, todo lo contaminan, en la mierda y la basura se sienten a gusto. No les importa el bienestar de los otros seres. Para ellas, lo importante es estar rodeadas de otras cucarachas, haciendo lo que a las cucarachas les da placer.
Los conflictos sociales, los golpes de Estado o las demandas de cambios políticos radicales no surgen, salvo casos excepcionales, por necesidades perentorias de las sociedades. Generalmente se originan por las diferencias sociales. Los más pobres quieren disfrutar de las mieles de las riquezas. Mientras más públicos y marcados sean los privilegios y manifestaciones externas de las riquezas, más resentimiento y envidia suscitan en los que no tienen esos bienes ni privilegios. De ahí que si un político tipo cucaracha pregona a viva voz que él es el enviado del poder divino para cambiar el orden de las cosas y que, si es elegido...
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