La uberización de las relaciones laborales en la República Dominicana: ¿quién es el empleador?

• Autor: Perla N. Rodríguez M.
• Cargo: Abogada
• Páginas: 1-4

En este siglo hemos estado expuestos a grandes avances tecnológicos en el campo de las telecomunicaciones y del transporte, hasta el punto de que para movernos a cualquier lugar se nos hace imprescindible nuestro móvil con todas sus aplicaciones, que nos permiten comunicarnos cara a cara con otra persona inmediatamente. En estas interacciones usamos Skype o Whats App y si estamos, incluso, en el medio de la nada, podemos localizar un taxi confiable a una tarifa cómoda con In Driver, Uber, o el actual DiDi. Toda esta vorágine de invención que nos facilita la vida actual también ha traído nuevas formas de trabajo independientes y virtuales, desde publicidad, ventas y, para nuestro tópico de discusión, el transporte, la mayoría de los cuales se hacen en un horario flexible desde casa y con muy poca dependencia de un empleador. Tales proveedores del servicio se escudan detrás de plataformas para eximirse de cualquier responsabilidad laboral que pueda surgir. Estas nuevas formas de asociarse se han denominado crowdsourcing. El crowdsourcing es el negocio cumbre de esta década; es un modelo de subcontratación que funge como un intermediario, consistente en la división del trabajo en microtareas a fin de descentralizar los servicios¹. A todo esto, se preguntarán dónde queda la figura del empleador en el derecho del trabajo actual; podría hablarse de la uberización de las relaciones patronales o la desvinculación del empleado del empleador de una plataforma digital de empleo informal.

LA RELACIÓN LABORAL ENTRE EL TRANSPORTISTA Y LA PLATAFORMA (UBER, DIDI O IN DRIVER) COMO NUEVAS FORMAS DE SERVICIOS DE TRANSPORTE Y SU RESPONSABILIDAD LABORAL EN LA LEGISLACIÓN DOMINICANA

Las plataformas virtuales, como ya se ha planteado, han transformado como nunca antes la forma de ver el trabajo. La uber economy o uberización de las relaciones laborales en la República Dominicana va a la velocidad de la luz, escapando de las manos del legislador y de la misma jurisprudencia. Para brindar una solución funcional a esta nueva relación laboral, explicaremos brevemente quién es Uber y cómo funciona su relación con los prestadores del servicio, con el objeto de establecer un paradigma en el que se pueda descifrar una relación laboral de subordinación. Empecemos, pues, por describir, en qué consiste Uber. Uber® es una forma de externalización productiva consistente en una plataforma virtual dedicada a conectar usuarios con choferes de un transporte privado, rápido y seguro para un viaje en las zonas metropolitanas de una ciudad, ofreciendo al cliente la posibilidad de que a través de una aplicación gratuita y, por medio de un GPS, contactar al conductor o prestador del servicio más cercano a cambio de una tarifa que se paga al conductor y de la que luego Uber descuenta un porcentaje de entre un 10 % y un 20 %. Esta tarifa puede ser pagada en efectivo o automáticamente con tarjeta de crédito. En principio, se observa que Uber alega que ellos no emplean ni contratan conductores, ni tampoco poseen propiamente una flota de vehículos, sino que los choferes son considerados “socios” conductores, que son los que prestan el servicio que estos ofrecen a los usuarios.

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