Será verdad

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"¿Será verdad?"

La Civilización del espectáculo de Mario Vargas Llosa y el cuarteto de Campoamor.

Ernesto J. Armenteros

Aquello de decir, escribir y anunciar lo verdadero es un concepto que se está disipando en todas nuestras formas de comunicación. Es más, la distinción entre la verdad y la mentira es algo que concierne cada vez menos a los que anuncian, a los que escriben, a los periodistas, los militares, los artistas (me prometí no mencionar a los políticos)... y puedo alargar esta lista a la casi totalidad de los protagonistas de nuestros tiempos y a sus dependientes y lacayos.

Cuando vamos al supermercado buscando, digamos, cereal, lo que deseo es que no tenga azúcar ni aceite transgénico, que sea bajo en calorías y que el contenido provenga de cereales reconocidos, y que si es posible contenga almendras y frutas secas. Cuando algún empleado diligente me encuentra entre las filas de los pañales, jabón de lavar platos o toallas sanitarias y reconoce que estoy perdido, me dirige hacia el estante que tiene claramente señalado, arriba de la fila, CEREALES. Cuando, algo avergonzado, bajo la vista para dirigirme al asistente, ya se ha ido. Me enfrento a estantes y más estantes y más estantes de cajas de cereales ordenadamente colocadas. Sus carátulas, impresas con nitidez en colores que pudiera comparar con los de los disfraces del Carnaval de La Vega, me presentan un reto difícil de superar. ¿Qué debo elegir, la más atractiva o la que tuviera el contenido que yo estaba buscando? Decido hacer mi búsqueda sobre el contenido de las coloridas cajas y empiezo a leer. Menos azúcar. ¿Menos azúcar que qué? Menos calorías. Orgánico. Más nueces. Más frutas secas. Haciendo acopio de coraje decido leer la letra chiquita del contenido. Lo que se exige por ley. Calorías, 3 % de la necesidad diaria. Una nota aparte explica que el porciento de calorías es un valor relativo al peso del consumidor.

Mi investigación se alargó hasta que comprendí que aquello era una búsqueda inútil. Que las explicaciones no estaban orientadas a informar al consumidor con transparencia para que eligiera lo que le convenía. Me acordé que un médico me recomendó que no comiera nada que saliera de una caja de cartón. Cogí mi carrito de compras, todavía vacío, y me dirigí hacia el estante de las frutas y lo llené de piñas, lechosas, guineos… encontré un zapote maduro y salí contento porque en la calzada frente al parqueo había unas haitianas venduteras con unos aguacates preciosos.

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