Las olimpíadas de ¿Pekín o Beijing?

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Las olimpíadas de ¿Pekín o Beijing?

Fabio J. Guzmán Ariza

Fui un espectador apasionado de las XXIX Olimpíadas celebradas recientemente en China. Vi con ojos humedecidos cómo mi compañero de bufete de más de veinticinco años, mi “hermano” menor Rubén J. García, eterno protector del boxeo, desfilaba como delegado en la ceremonia de apertura a un metro detrás de la bandera tricolor. Celebré las medallas de Yulis Gabriel Mercedes (plata en taekwondo) y de Félix Díaz Guzmán (oro en boxeo) como mías, llorando de emoción. Lamenté nuestras derrotas con empatía, evocando mis fracasos de hace más de cuatro décadas, cuando competía como corredor de fondo (que quiere decir de larga distancia) con mucho más entusiasmo que velocidad. En fin, fueron dieciséis días de espectáculo sin igual que disfruté plenamente, salvo por un detalle –el proverbial pelo en la sopa– que ocurrió no en China, sino aquí mismo: la pésima narración de los juegos en televisión.

Los desaciertos comenzaron desde el principio, con el desfile de entrada de los atletas al estadio olímpico. Se supone que nuestros presentadores sabían de antemano que unos 204 países iban a participar en los juegos, de manera que lo prudente hubiese sido consultar el Almanaque Mundial u otra obra similar para aprender o refrescar un mínimo de información sobres esas naciones. Ni el agricultor más humilde de nuestros campos va al conuco sin antes amolar su machete. Pero aparentemente tanto no se puede esperar de nuestros comentaristas deportivos, y pronto nos enteramos con sorpresa y vergüenza de que las islas de Santo Tomé y Príncipe están ubicadas en las Antillas Menores, adonde a fuerza de ignorancia las transportó uno de los presentadores desde su ubicación actual en el Golfo de Guinea en África; que Bután se encuentra al Norte de Mongolia, y no como creíamos y nos lo confirma el Almanaque, miles de kilómetros al Sur, al pie de las montañas del Himalaya entre la China y la India; que la pobre Georgia, país del Cáucaso donde nació Stalin, se pronuncia en español “Yoryia” como el estado de Estados Unidos donde se celebraron las Olimpíadas de 1996, y no “Jeorjia”, como se escribe; y finalmente y de manera reiterada, que la capital de China es Beijing y no Pekín.

Desde hace siglos, el nombre tradicional en español para designar la capital de China ha sido Pekín, y aunque muchos creen que esa denominación ha sido cambiada a Beijing, la realidad es que no es así. La palabraBeijing no es más que el...

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