La conducta de la justicia: ambigüedades del profesionalismo

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"La conducta de la justicia: ambigüedades del profesionalismo"

Argenis García del Rosario

Juez de la Cámara Civil y Comercial del Distrito Judicial de la Romana; docente de Derecho Público en Universidad Central del Este y Escuela Nacional de la Judicatura. Magíster en Derecho de la Administración del Estado, Universidad de Salamanca, España.

derechouce@gmail.com

RESUMEN:

A veces tenemos la sensación de que quienes administran el poder son seres extraterrestres o importados de alguna isla apartada y desierta y que, por tanto, es natural que su conducta no comulgue con los estándares ético morales que predica la sociedad en la que vivimos. La profesión del derecho es una de las más populares en las universidades de nuestro país, hasta el punto de que, de cuando en vez, se retoma el tema de cerrar su matriculación. En las siguientes líneas se exponen algunas ideas vinculadas al aspecto deontológico de la profesión y su impacto en el quehacer diario en el sector justicia, tomando una mirada hacia el peligro en las ambigüedades de su ejercicio.

PALABRAS CLAVES:

Vaguedad, ambigüedad, ética, religión, derecho, ley, orden, profesión, peligro, moral, sociedad, cliente, dinero, justicia.

INTROITO:

La carrera de derecho es una de las ciencias humanísticas con mayor demanda en las universidades de la República Dominicana y de muchos otros países de la región. No es casual, pues es una profesión muy versátil y por medio de ella es posible llegar al tratamiento de problemas vitales y endémicos de la nación. En toda la vida republicana de nuestro país (desde 1844) muchos de los presidentes que han dirigido nuestros destinos tenían por profesión el derecho. Sin embargo, también es justo decir que es una carrera sumamente fácil de cursar y por ello también se hace verdadera la expresión atribuida al abogado y político español Ángel Ossorio y Gallardo en el sentido de que: "en este país (España) tiran una piedra para arriba y le cae a un abogado".

Esto representa, desde otra perspectiva, un grave problema social pues la profesión del derecho asimismo es tildada de ser una carrera propensa al fraude, sustracción o engaños a los clientes e instituciones. Naturalmente, esto tiene que ver directamente con la falta de compromiso ético y la baja calidad deontológica que revela el quehacer profesional de algunos letrados. La sociedad tiene generalmente unos estándares morales que muchas veces parecen no coincidir con la ética de la profesión del derecho, pues...