El derecho a morir dignamente

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"El derecho a morir dignamente"

Eric Raful Perez

En los últimos años, con el avance de los denominados derechos de tercera generación, es cada vez mayor el número de reclamos de derechos que tienen una naturaleza y un objeto no común, o francamente novedoso. Estos derechos son de más en más inherentes a temas relacionados con las garantías fundamentales de los seres humanos. De esta manera se han venido consagrando con el tiempo garantías, entre otras, como el respeto de la intimidad y preferencias sexuales de las personas.

En el ámbito sanitaria las últimas décadas han sido testigo de un incremento sustancial de exigencias por parte de los pacientes o usuarios de los sistemas sanitarios, de garantías para sus derechos. En efecto el ciudadano ha sido el centro fundamental de los procesos de reformas de los regímenes sanitarios en Europa (Italia 1978, España 1986) y en muchos países de la región (Republica Dominicana 2001). En ese contexto los derechos de los pacientes se han venido robusteciendo, desarrollándose de manera extraordinaria temas como el del consentimiento informado, la información adecuada y continuada sobre los procesos de salud inherentes a cada persona, así como el respeto a la personalidad, dignidad humana, intimidad, y no discriminación, entre otros. Todo ello ha fomentado un delicado equilibrio entre responsabilidad médica y el derecho de los pacientes a decidir, el cual ha llenado de aristas y minas este campo donde se debate la salud, bienestar, vida y muerte de todos nosotros.

En esta vorágine de renovación y avance de las teorías garantistas y en el contexto de la evolución referida precedentemente, han aparecido diversos reclamos solicitando autorización a los fines de poner fin a una vida allí donde no hay esperanzas razonables de recuperación, el deterioro es progresivo encontrándose en fase terminal el paciente y el mantenimiento de la vida se hace a costa de mucho sufrimiento personal y familiar y experimentación de situaciones atentatorias contra la dignidad humana.

El derecho a morir con dignidad o a vivir dignamente en el final de la vida, es un derecho que se ha reivindicado en los tiempos recientes. El primer caso histórico o tal vez el mas resonante, fue el de Karen Ann Quinlan, una joven estadounidense que a mediados de los años setenta, fue mantenida artificialmente con vida durante más de un año, conectada con un respirador artificial. Sus padres demandaron la retirada del respirador, y los tribunales establecieron que, dado que no habían esperanzas razonables de recuperación, la continuación de las medidas de soporte vital para mantener sus funciones corporales constituía un medio extraordinario de tratamiento, cuya retirada no quebrantaba el derecho a la vida. A partir de allí la jurisprudencia y la doctrina han avanzado en...