Innovación y propiedad intelectual

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Innovación y propiedad intelectual

A finales del año pasado, la Asociación Dominicana de Propiedad Intelectual (ADOPI) fue invitada por la Oficina Coreana de Propiedad Intelectual (KIPO), la Asociación Coreana de Promoción a la Invención (KIPA) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) a visitar la República de Corea del Sur, a fin de conocer el modelo coreano de políticas públicas y programas de promoción de la innovación y protección a la propiedad intelectual. Esta experiencia nos dio la oportunidad de conocer el desarrollo de la economía coreana, una economía basada en el conocimiento y la adopción de nuevas tecnologías, y nos permitió entender la importancia de la innovación para el desarrollo de un país y el papel que en este juega el ecosistema de propiedad intelectual.

Este año, la OMPI ha dedicado la celebración del Día Mundial de la Propiedad Intelectual —que se celebra cada 26 de abril— a la innovación, con el propósito de crear conciencia de su importancia para mejorar la vida. Es por ello que hemos dedicado esta edición especial de Gaceta Judicial a temas que giran en torno a la innovación como motor viable del crecimiento activo, en consonancia con el resguardo, defensa y fortalecimiento de los derechos de propiedad intelectual (PI).

La innovación es el motor central del crecimiento y desarrollo económico de una nación. La actividad innovadora mejora nuestra calidad de vida, resuelve problemas emergentes en los sectores salud, energía, educación y medio ambiente y convierte en oportunidad cada reto que enfrentamos. Innovar es crear para mejorar lo que tenemos, para inventar lo que ni imaginamos posible. Esta capacidad innovadora que Dios el Creador ha concedido al ser humano debe ser celebrada, promovida, incentivada y protegida desde el Estado.

Y es ahí donde entra la propiedad intelectual, impulsando la innovación al atraer inversionistas dispuestos a invertir capital con la esperanza de que, con la debida protección, su inversión tendrá buenos retornos, así como animando a los creadores mediante la recompensa de su esfuerzo y creatividad. Es de esa manera como los derechos de propiedad intelectual aportan beneficios tangibles para la sociedad, ya que cuando se proporcionan incentivos que promueven el valor de los activos protegidos por estos, se motoriza la innovación y el sentido creativo de los ciudadanos.

De ahí que la protección de la...