El Ministerio Público en la reforma judicial

Páginas93950896

"El Ministerio Público en la reforma judicial"

Cándido Simón Polanco.

Por disposición constitucional, el poder Judicial se ejerce por la Suprema Corte de Justicia y los demás jueces del orden jurisdicciónnal (Art. 67).

En el ejercicio de esos atributos, en su discurso de enero de este año el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Dr. Jorge Subero Isa, realizó un recuento de las labores realizadas al momento y describió las metas para el año en curso.

Entre las prioridades, afirmó el magistrado, se inscriben las siguientes: creación del departamento de notarios para la supervisión, formación y eficientización en el ejercicio de esta función pública; creación del departamento de alguaciles para el control, supervisión y vigilancia de los ministeriales; fortalecimiento del departamento de inspectoría judicial y creación del departamento de gestión de despachos, continuación del proceso de automatización y modernización de la justicia, creación de la Escuela Nacional de la Magistratura, funcionamiento de los nuevos tribunales ordinarios y especiales, designación de los jueces de menores y reubicación de los tribunales de trabajo, para eficientizar el servicio de justicia.

Al final de su disertación, el juez Subero Isa, hablando en nombre del pleno del máximo tribunal del país, en una especie de juramento social lapidario enfatizó: "hacemos formal promesa de que el proceso de profilaxis de la justicia dominicana no se detendrá y redoblaremos nuestros esfuerzos en aras de dotar al país de una justicia confiable", porque "la Suprema Corte de Justicia es la conciencia de la Constitución".

Como se puede observar, la Suprema Corte tiene una agenda clara, metas concretas y objetivos definidos, en los que están incluidos todos los actores del sistemabajo su dirección, hacia la reforma y la modernización de la justicia, corno medios para una administración de la ley, pronta, oportuna y cumplida.

No abunda señalar que dentro del marco que las circunstancias permiten, a nadie es extraño que la justicia dominicana está retomando su credibilidad, muchos jueces están haciendo una gran esfuerzo por eficientizar el servicio, hay supervisión de las labores jurisdiccionales y administrativas en los tribunales, se actualizan los actores del sistema y se les paga de manera más o menos apropiada.

Preocupa, sin embargo, que mientras se hacen esfuerzos por remozar los edificios, sanear la selección de los jueces y supervisar sus labores, se potencializa el mantenimiento en sus puestos del mismo personal de apoyo formado de la estructura anterior.

Esto constituye una amenaza interna permanente contra la modernización y la reforma, pues por un orden lógico de supervivencia lo viejo resiste a lo nuevo.

La cultura de la zanahoria judicial

En visita realizada a un juzgado de Paz de una ciudad del interior del país, en ocasión del ejercicio de mi profesión de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR